Nunca habríamos imaginado que el motivo de acelerar la marcha de un país sería el haber exprimido los 3 meses de visado. Sí, así es, Colombia ha conseguido lo que ninguno de los otros ocho países por los que hemos pasado ha logrado: secuestrarnos hasta el último día para mostrarnos su grandeza, en todos los sentidos.
Colombia ha sido un punto y aparte en el viaje. Un vuelo dejó atrás Centroamérica para dar paso al primer país de Sudamérica, e inesperadamente el cambio fue bastante visible: de pronto los autobuses ya no eran de esos americanos, grandes y coloridos, con cristos colgando y la música a tope, ahora eran más parecidos a los nuestros, más serios y acomodados, incluso los de largas distancias hasta con wifi y pantallas planas. Las tortillas de maíz se convirtieron en arepas, y la cumbia y las rancheras quedaron en un segundo plano, siempre después del reggaeton.
Estábamos en un nuevo país en el que para nada esperábamos pasar tanto tiempo, pero Colombia nos ha conquistado con sus mejores paisajes, nos ha presentado su gente, muy distinta en función de la zona. Nos ha ofrecido buena comida y mejores precios. Y afortunadamente cuando pasas mas tiempo en un país también te permite profundizar en la cultura, conocer más acerca de la política e indagar en su estructura social. Todo eso es genial porque nos posibilita cuestionar los estereotipos, romper los prejuicios o, si mas no, analizar las cosas de forma un poco más objetiva.
↪ COCAÍNA Y GUERRILLA
↪ COCAÍNA Y GUERRILLA
Las dos cruces del país, las dos brechas todavía por cerrar, pero también los dos estereotipos dignos de analizar. Muchos ignorantes atribuyen a Colombia sólo estas dos palabras, imaginan un país con la nariz empolvada y las pistolas recargadas. Los medios sensacionalistas y las series de televisión han sido la máscara oscura que ha tapado la verdadera cara del país, un sitio caracterizado por ser productor de uno de los mejores cafés del mundo, por sus parques naturales, su arquitectura colonial, sus corrientes artísticas... pero sólo conociendo el lugar se puede entender lo que hay más allá del morbo y donde se encuentra la realidad de un país que es mucho mas que coca y pólvora. "Narcos" nos ha gustado mucho a todos, y explica una situación real que todavía mantiene heridas abiertas, pero si lo que pasó en el pasado todavía duele, difundirlo en el presente al resto del mundo es estigmatizar todavía mas a la gente autóctona si no se es capaz de relativizar y ver un poco más allá.
↪ hablemos de política...
No podemos decir que todo sea una mentira o una exageración, ni obviar el pasado de Colombia para entender su presente, así que recapitulemos un poco...
Después de que Simón Bolívar se declarase presidente de la República, se podría decir que surgió una democracia polarizada entre dos grandes partidos: los conservadores (derecha eclesiástica de clase alta) y los liberales (izquierda revolucionaria de clase media-baja). Los partidos fueron alternando el poder durante varios años, pero las diferencias entre ambos cada vez eran mas evidentes y consecuentemente el pueblo estaba cada vez mas dividido. De las ideas se pasó a los hechos y la radicalización se manifestaba en violencia y discriminación hacia los liberales. Rajar a mujeres embarazadas fue una de las muchas acciones que llevó al pueblo mas rural a alzarse en armas para protegerse y de los liberales salieron las primeras guerrillas.
Las tensiones eran cada vez mayores llegando al límite del inicio de una guerra civil, pero el 1955 el militar Gustavo Rojas Pinilla declaró un golpe de estado de cuatro años. Una dictadura que se vivió como censura de prensa y represión por un lado, y por otro como mejora de infraestructuras, mejora social y suavizadora del conflicto.
El 1959 las grandes oligarquías destierran a Rojas y se crea un "nuevo partido": el Frente Nacional constituido por la unión de liberales y conservadores que cambian su mandato cada cuatro años.
Mientras, esos guerrilleros de campo empiezan a politizarse mediante la oleada socialista que llega de Cuba y Venezuela. De esta forma el 1964 nacen los dos grandes grupos guerrilleros en Colombia:
Por un lado surgen en el departamento de Tolima las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de unas 6500 personas y gran alcance militar, fundadores de los cuales eran campesinos. Y por otro lado nace en el departamento de Santander el ELN (Ejercito de Liberación Nacional) de unas 1300 personas y fundadores de los cuales eran intelectuales y políticos de ideas revolucionarias fieles a la teoría de la Liberación.
Al 1966 el Frente Nacional es relevado por la presidencia de Carlos Lleras, quien es amenazado y extorsionado por las Guerrillas. Éstas aumentan sus ataques y a su vez el narcotráfico crece. Colombia está amenazada por las dos partes, y a su vez, ambas son aliadas porque el narcotráfico financia la guerrilla, y la guerrilla perpetúa la existencia del narcotráfico. La barbarie es tal que hasta Pablo Escobar llega a ser un escaño representante para la presidencia de 1982.
En 1990 César Gaviria enfrenta el narcoterrorismo con los "extraditables", en 2002 Álvaro Uribe empuja la inversión militar para afrontar las guerrillas y el narcotráfico.
Fueron tiempos de sangre y miedo, pero la violencia fue disminuyendo y el pueblo colombiano empezó a recuperar la confianza de salir a la calle y hacer vida normal.
La situación actual es que sigue presidiendo Juan Manuel Santos, candidato del partido "U", quien signó unos "tratados de paz" que el pueblo no aceptó y que no son cumplidos.
El ELN, muy distante a las actuaciones de las FARC, siempre ha negado formar parte del narcoterrorismo pero las autoridades lo contradicen y añaden que su financiación también proviene de secuestros y extorsiones. Si bien es cierto que puedes andar tranquilo por las calles de Colombia, también lo es que la cocaína sigue circulando al mismo precio que un cubata y que las guerrillas siguen activas, no juzgadas y (tal vez) corrompidas por el narcotráfico y el poder.
↪ UNA MIRADA SOCIAL
A nivel social hemos podido hacer una fotografía bastante completa de la estructura del país. Sobretodo queremos referirnos a dos elementos que nos han llamado mucho la atención desde principio del viaje y que hemos podido indagar en ellos durante estos tres meses:
↪ Los estratos: el baremo de riqueza
Poco después de nuestra llegada tuvimos el privilegio de cruzarnos con alguien que a modo sarcástico nos explicó como estaba estructurada la sociedad Colombiana. Resulta que los ciudadanos en Colombia tienen algo más que la cédula de identidad para designarlos, pues existen los estratos sociales para clasificarlos en función de su economía, dando paso a lo que se le denomina como estratificación socioeconómica. Desde el uno hasta el seis, cada una de las familias colombianas tiene un tipo de categoría para cualificar su nivel de vida, dividiendo así los barrios, pueblos y zonas en función de ese "sello de cualidad". De éste modo, los de estrato 1 y 2 son la gente más humilde, campesinos de zonas rurales o los mas pobres de las ciudades. El estrato 3 y 4 es para profesores, tiendas de comercio (no ambulantes), etc. y los estratos 5 y 6 ya quedaría para grandes empresarios, abogados, médicos, o simplemente ricos que ni trabajan.
Esta categorización explicada y criticada por alguien "de estrato 1" y que nos parecía terriblemente espantosa, discriminatoria y obsoleta, empezó a tener sentido cuando llegamos a una casa "de estrato 6" y se nos explicó la intencionalidad de éstos, que tratan de distribuir la riqueza. Eso que nuestra "Declaración de la Renta" debería hacer, lo hacen los estratos en Colombia, cobrando de manera diferencial los servicios públicos y permitiendo asignar subsidios y contribuciones a quienes mas lo necesitan. De éste modo quienes tienen más capacidad económica pagan más por los servicios públicos contribuyendo a que los estratos bajos puedan pagar sus tarifas. El único problema es que se hace muy visible lo que tiene o no cada uno y la segregación territorial es realmente evidente.
Distribución de los estratos en la ciudad de Bogotá |
Sin embargo, podemos decir que es cierto que los estratos bajos reciben cantidad de ayudas proporcionadas indirectamente por esos estratos altos. Otra cosa que nos pareció admirable es que en éste país las niñas y niños comen cada día en la escuela por un precio realmente simbólico. Este hecho asegura que todos los niños de Colombia (al menos los que van a la escuela) tengan asegurado al menos un plato de comida. También otras cosas como que todos los colombianos tengan una cobertura sanitaria mínima o que los extraescolares sean gratuitos en muchos lugares.
↪ roles de género muy arraigados
A pesar de ser muy conscientes del asqueroso machismo que hay en el mundo, y de lo notable que es en latinoamérica, Colombia tristemente tiene todavía un gran trabajo por hacer. Los roles de género están realmente muy marcados en la vida colombiana; El hombre será el primero en ser servido, la porción será la más grande y preferentemente se dirigirán a él. También él será el encargado de ganar mucho dinero para "mantener" a las mujeres, quienes tratarán de estar siempre guapas, elegantes y al servicio para sus amados. No estará mal visto que un hombre se pase días bebiendo "guarapo" , que vaya con varias mujeres, ni tampoco que exista una gran diferencia de edad entre ellos, de hecho, es muy frecuente. Como subsistencia, las mujeres tratarán de escoger un hombre de estrato alto que les garantice un buen futuro para ellas y para sus hijos.
Tal vez pueda parecer muy arrogante que hablemos así de otra cultura, pero de ésta misma manera nos lo han contado y reafirmado mujeres y hombres, de zonas distintas y de estratos totalmente opuestos. Por supuesto, opinamos después de haberlo visto con nuestros propios ojos, así que, nos vemos con la certeza de poderlo explicar así de claro, aunque no sea algo que nos guste. Por suerte, también hemos conocido otras situaciones más normalizadas: gente capaz de analizar situaciones y ser crítica con ellas, familias con mujeres muy empoderadas y emprendedoras, y también hombres muy honrados y respetuosos.
Como en todos sitios, hay cosas muy buenas que aprender y otras con gran necesidad de cambio, lo que sí podemos decir es que como siempre la pobreza es relativa y no tiene porque encontrarse en un estrato uno, y que por suerte no hemos vivido situaciones de violencia y delincuencia en tres meses, así que tal vez no es tan terrible como los medios lo pintan, ¿no?
↪ UNA CULTURA ACOGEDORA
A pesar de éste quiste entorno a la perpetuación inconsciente de los roles de género, la sociedad colombiana es gente muy amigable, abierta, simpática y humilde, con ganas de recibir y hacer sentir al de afuera como en casa.
Lo cierto es que nos hemos entendido fácilmente con las y los colombianos, y hemos podido conocer las "subculturas" de casi cada rincón del país, porque igual que cambian sus paisajes y sus climas, ¡también su gente y sus comidas!
↪ la comida
El tinto y la aguapanela, la bandeja paisa, la salsa ají, sopas, mondongo, sancocho, chorizos, coladas, changua, obleas, bocadillos, cocadas, patacones, tajadas, pasteles y empanadas, avena helada, envueltos, huevos pericos, picadas... Colombia nos ha hecho disfrutar con sus comidas tradicionales, sus económicos almuerzos de sopas con su seco y la multitud de arepas que han ido cambiando en función de la región. Nada nos gusta más que probar cosas nuevas, ¡y contra mas caseras mejor!
↪ su gente
"Los costeños" habitan la zona caribeña. Su cultura afrolatina hace que su tez sea mayormente más oscura, su hablar un tanto fuerte, y combinan fácilmente la broma con la picardía.
"Los paisas" son aquellos de la zona central, antioqueños, de Medellín y alrededores. Se denominan como alegres, "avispaos" y trabajadores.
"Los santandereanos y boyacenses" son gente "de campo" porque allí habitan, pero muy muy correctos y educados, de educación bastante tradicional, honrados y también muy trabajadores.
"Los rolos" son los de Cundinamarca, viven cerca de la capital, Bogotá y alrededores, por lo que es gente más diversa, encontrando desde los más trajeados hasta los que desfilan las crestas más levantadas.
Quizás el tiempo nos ha pasado tan rápido porque la ruta ha ido cambiando sus paisajes, su gente, su comida... y de cada sitio nos hemos llevado lo mejor:
Los espectaculares Carnavales de Barranquilla
El desierto costeño de Taganga
El aire fresco y limpio de Minka
Las inmensas olas de Palomino
El agua turquesa de Isla Grande
El gran reencuentro de Medellín
La fiesta entre amigos de Bucaramanga
La magia de los pueblitos de Santander
La gran família de Ráquira
La celebración de los treinta en Bogotá
y los increibles valles de Salento
En resumen, Colombia nos ha regalado tres meses de experiencias únicas, grandes momentos, paisajes muy diversos y un poco más de familia repartida por este enorme mundo. El tiempo nos ha permitido analizar otras cosas que en anteriores destinos no hemos podido profundizar, algunas nos han encantado, otras no tanto pero lo que tenemos claro es que nos vamos con una imagen renovada de la Colombia que esperábamos encontrar. Y ojalá algún día podamos volver para reencontrarnos con esa familia y para conocer los muchos lugares que hemos dejado por explorar.
¡¡¡ALLÁ VAMOS ECUADOR!!!
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