Ya sea en medio de la ciudad de Valladolid o bien en sus alrededores, hemos podido conocer una de las mayores maravillas que la naturaleza puede ofrecernos. Nos referimos a los cenotes, de la lengua maya "hoyo con agua" y se trata de dolinas kársticas que, podríamos describir como depresiones terrenales de la roca caliza que a causa de su facilidad para filtrar el agua consigue acumular hermosas piscinas de agua en su interior, creando un mundo paralelo bajo tierra donde se mezclan todos los elementos de vida. Y lo más fascinante, a parte de su distintiva belleza, son los misterios que se esconden detrás de tales barbaridades naturales.
Por un lado, nos fascina la identidad que caracteriza cada uno de los cenotes, pues podemos encontrar desde cenotes abiertos al aire libre, rodeados de plantas y árboles dónde el sol abrillanta su color verdoso, hasta cenotes completamente cubiertos como si de una cueva submarina se tratara. Y a pesar de sus peculiaridades y sus largas distancias entre sí, lo asombroso es que todos están conectados por corrientes subterráneas, creando un inmenso sistema de hasta 6.000 cenotes sólo en el estado de Yucatán.
Por otro lado, no es de extrañar que para los mayas los cenotes devinieran lugares de ritos, pues para ellos significaba la entrada al inframundo, motivo por el cual era un sitio donde se realizaban sacrificios a los dioses. Todavía a día de hoy se siguen extrayendo huesos y ofrendas de sus profundidades, y también se sabe que después de miles de años, aún quedan muchos cenotes por descubrir.
Para nosotros los cenotes se han convertido en una exhibición natural de la riqueza que nos puede ofrecer nuestro planeta. Cada uno de ellos con una identidad singular nos muestra todo el resplendor que ha ido formando a lo largo de los años. Llenos de escondrijos y recovecos tanto afuera como dentro del agua, te muestran un conjunto de elementos naturales que te asombran en cada instante: Cuevas repletas de estalactitas, pájaros y murciélagos volando a su alrededor, peces nadando entre las curiosas plantas que crecen dentro sus aguas, raíces que atraviesan la roca caliza creando el enigma de cuál es el árbol que las desprende, y silencios ancestrales que transmiten una energía verdaderamente mágica.
Cenote Zací (Valladolid Centro)
Cenote Saamal
Cenote Samulá
Cenote Xkekén
Por un lado, nos fascina la identidad que caracteriza cada uno de los cenotes, pues podemos encontrar desde cenotes abiertos al aire libre, rodeados de plantas y árboles dónde el sol abrillanta su color verdoso, hasta cenotes completamente cubiertos como si de una cueva submarina se tratara. Y a pesar de sus peculiaridades y sus largas distancias entre sí, lo asombroso es que todos están conectados por corrientes subterráneas, creando un inmenso sistema de hasta 6.000 cenotes sólo en el estado de Yucatán.
Por otro lado, no es de extrañar que para los mayas los cenotes devinieran lugares de ritos, pues para ellos significaba la entrada al inframundo, motivo por el cual era un sitio donde se realizaban sacrificios a los dioses. Todavía a día de hoy se siguen extrayendo huesos y ofrendas de sus profundidades, y también se sabe que después de miles de años, aún quedan muchos cenotes por descubrir.
Para nosotros los cenotes se han convertido en una exhibición natural de la riqueza que nos puede ofrecer nuestro planeta. Cada uno de ellos con una identidad singular nos muestra todo el resplendor que ha ido formando a lo largo de los años. Llenos de escondrijos y recovecos tanto afuera como dentro del agua, te muestran un conjunto de elementos naturales que te asombran en cada instante: Cuevas repletas de estalactitas, pájaros y murciélagos volando a su alrededor, peces nadando entre las curiosas plantas que crecen dentro sus aguas, raíces que atraviesan la roca caliza creando el enigma de cuál es el árbol que las desprende, y silencios ancestrales que transmiten una energía verdaderamente mágica.
Cenote Zací (Valladolid Centro)
Cenote Saamal
Cenote Samulá
Cenote Xkekén
Quines ganes de veure'ls!! 💚
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