Nos encontramos en un pueblo que
ha habido de hacerse fuerte para superar la fuerza de la madre naturaleza. Éste
poder capaz de destruir en cuestión de poco tiempo lo que el ser humano lleva construyendo,
mimando y cuidando durante muchos años. Hoy por hoy el ser humano tiene el
poder de todo lo que existe sobre la capa del planeta tierra, pero muestra de
lo que pasó con el huracán Mathews demuestra como nos convertimos en
insignificantes cuando la tierra muestra su lado más oscuro. En menos de una
vuelta al sistema solar lo que eran bellos prados de materias primas como los
cocos, el cacao o el café juntamente con la arquitectura que la rodeaba se
convirtió en un cuadro desgastado con un contenido semejante al caos. Por
suerte, el pintor de esta obra tiene la capacidad de retocarlo y reconvertirlo
en un paisaje bello, que con esfuerzo y dedicación conseguirá pintarlo otra vez
en un paraíso. De estos artistas aprendimos cómo
la ilusión es lo último que debe perderse si uno quiere sobrevivir en un mundo
en el que de la noche a la mañana todo puede cambiar.
Cueva arqueológica |
Cerca de éste mágico camino había
una cueva subterránea en la que los indios (habitantes que había antes de la colonización
española) se bañaban y hacían sus rituales. Unos actos que dejaron las energías
allí, pudiese ser fruto de la imaginación y el silencio ancestral que se
percibía y calaba en el fondo de tu parte más sensorial del cerebro, podías
trasladarte en aquellos tiempos y sentir su historia, sus seres.
En conclusión, Baracoa nos dejó
un buen recuerdo, ya no solo por su riqueza natural y las personas que habitan
en ella, sino por el sabor de boca que nos brindó al dejarnos sentir el orgasmo
del chocolate cuando recorre tu paladar y tus emociones se despiertan a modo de
placer. Sin duda, después de estar más de 20 días sin probar éste gran placer
natural uno cierra los ojos y se deja llevar por la intensidad de éste existo elixir.
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